La terapia familiar es un enfoque terapéutico que se centra en las relaciones interpersonales y el funcionamiento de la familia como un sistema completo. Esta terapia busca mejorar la dinámica familiar y resolver conflictos, con el objetivo de lograr una mejora en la calidad de vida de sus miembros.
Para llevar a cabo una terapia familiar, se requiere la participación activa de todos los miembros de la familia. En la primera sesión, el terapeuta realiza una evaluación exhaustiva de la dinámica familiar y de los problemas que están afectando a la familia. A partir de ahí, se establecen objetivos terapéuticos específicos y se planifica un curso de acción.
La terapia familiar se basa en la teoría de sistemas y en la comprensión de que cada miembro de la familia tiene un papel y un impacto en la dinámica familiar. Cada miembro puede influir en el comportamiento y las emociones de los demás, y la terapia familiar busca abordar estas interacciones y cómo afectan a la dinámica familiar en su conjunto.
El DSM-5, el manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales, reconoce la importancia de la terapia familiar y la lista como una intervención efectiva para trastornos mentales específicos, como la esquizofrenia, la depresión y los trastornos de la alimentación. Además, la terapia familiar también puede ser efectiva para tratar problemas de conducta en niños y adolescentes.
Es importante tener en cuenta que la terapia familiar no es adecuada para todas las familias y que puede no ser la mejor opción en casos de abuso físico o emocional, o en situaciones en las que un miembro de la familia no está dispuesto a participar activamente en la terapia.
Casos en los que es recomendable:
- Problemas de comunicación entre los miembros de la familia.
- Conflictos frecuentes entre los miembros de la familia.
- Problemas de conducta en los niños o adolescentes.
- Problemas relacionados con la salud mental de algún miembro de la familia.
- Cambios significativos en la dinámica familiar, como el matrimonio, el divorcio, la muerte de un miembro de la familia, etc.
- Problemas de roles y responsabilidades familiares.
Casos en los que quizá es recomendable considerar terapias mas especificas:
- Cuando algún miembro de la familia se niega a participar en la terapia.
- Cuando algún miembro de la familia sufre de trastornos psicológicos graves o esquizofrenia no tratada.
- Cuando existe una historia de abuso o violencia doméstica no resuelta.
- Cuando hay miembros de la familia que están en una etapa muy avanzada de enfermedad terminal o muerte inminente.
Nota: Este artículo se proporciona únicamente con fines informativos, aunque las fuentes utilizadas para la realización de este contenido en su mayoría son académicas oficiales, no debe ser considerado como un consejo médico. Si estás experimentando problemas emocionales o conductuales, es importante buscar ayuda de un profesional de la salud mental.
Referencias bibliográficas:
- American Psychological Association (2015). Familia y terapia familiar: Una guía para pacientes y profesionales. Editorial American Psychological Association.
- Landau, R., & Giordano, J. (2012). Guía para la terapia familiar. Editorial Guilford Press.
- Minuchin, S. (1974). Familias y terapia familiar. Editorial Universidad de Harvard.
Fotografía de: https://www.pexels.com/es-es/foto/hombre-mujer-nina-sentado-7447259/
También te puede interesar
Resiliencia: ¿Qué es? ¿Cómo desarrollarla? Beneficios a largo plazo
La Resiliencia se define como la capacidad de una persona para recuperarse de situaciones adversas,…
Gaslighting: ¿Qué es? ¿Cómo identificarlo?
El gaslighting es una forma de abuso psicológico que puede ser extremadamente dañina para las…